Nala es una boxer con una energía increíble; tanto que, cuando salimos a hacer una sesión de fotos especial para ella, no podía dejar de corretear de un lado para otro y jugar. Estos perros, me dijeron, no saben cuándo parar y no descansan hasta que no pueden más.
Tristemente, hace unos meses enfermó y tuvo que ser sometida a un tratamiento muy duro y a varias intervenciones quirúrgicas. Ahora está estable pero sus padres, Javi y Alejandro, se llevaron un buen susto.
¿A que es genial cuando delante de la cámara tienes a gente tan guapa? Esa es la sensación que tuve yo al trabajar con Mari y Rafa. Un auténtico placer. Os dejo con las imágenes de la colaboración conjunta con Raquel Ruyz.
Almería es un lugar lleno de rincones. Éstos le dan una magia que en pocos lugares existe. Tere y Carlos me llevaron a uno de esos lugares. Un lugar muy escondido que, de primeras, me sorprendió un poco. No entendía porqué allí y no en otro lugar. Cuando encontramos el lugar y nos sentamos lo comencé a entender.