Una preboda diferente en un lugar espectacular como es Sierra Nevada. El bosque y la naturaleza es el marco perfecto para una preboda. Es tranquilo y a la vez inspirador. Al conectarnos con la naturaleza, nos miramos más a los ojos, reímos y nos comunicamos mucho mejor.
Casi no nos dimos cuenta y se nos pasaron las horas, jugando y pasándolo bien… no nos puede ir mal
Nala es una boxer con una energía increíble; tanto que, cuando salimos a hacer una sesión de fotos especial para ella, no podía dejar de corretear de un lado para otro y jugar. Estos perros, me dijeron, no saben cuándo parar y no descansan hasta que no pueden más.
Tristemente, hace unos meses enfermó y tuvo que ser sometida a un tratamiento muy duro y a varias intervenciones quirúrgicas. Ahora está estable pero sus padres, Javi y Alejandro, se llevaron un buen susto.
¿A que es genial cuando delante de la cámara tienes a gente tan guapa? Esa es la sensación que tuve yo al trabajar con Mari y Rafa. Un auténtico placer. Os dejo con las imágenes de la colaboración conjunta con Raquel Ruyz.