Me encantan las bodas. Un montón de personas se organizan durante meses, incluso años, para dar lo mejor de sí mismas y celebrar el amor.
La boda de Edu & Jose no fue una excepción. Unir dos familias de dos ciudades diferentes y reunirlas en la hermosa ciudad de Granada. La celebración fue espectacular y, mientras iba sucediendo todo, traté de representar la esencia de cada gesto, de cada sorpresa y de cada lágrima.
Granada; tiene esas temperaturas tan locas. Un calor sofocante en los veranos que pasa a brisa y fresco en sus atardeceres. Samuel y yo decidimos salir de casa; que tras horas de edición y montaje es de agradecer. Hicimos un poco de investigación con nuestras cámaras en un lugar tan atmosférico como es el Albaicín. Con sus mil rincones y sus cientos de calles. Un laberinto blanco y marrón que intenta atravesar la ciudad.